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Resumen
El panorama para la seguridad alimentaria este año es nefasto. Después de los embates de la pandemia, altos niveles de desempleo, crisis de los fertilizantes, entre otros, nos golpea un cambio climático implacable. Luego de una aguda sequía a fines d El panorama para la seguridad alimentaria este año es nefasto. Después de los embates de la pandemia, altos niveles de desempleo, crisis de los fertilizantes, entre otros, nos golpea un cambio climático implacable. Luego de una aguda sequía a fines del año pasado, las lluvias, que usualmente se dan en la costa norte y central, fueron vigorizadas a causa del ciclón Yaku.
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() Profesora e investigadoraCarrera de Administración. Universidad del Pacífico. El panorama para la seguridad alimentaria este año es nefasto. Después de los embates de la pandemia, altos niveles de desempleo, crisis de los fertilizantes, entre otros, nos golpea un cambio climático implacable. Luego de una aguda sequía a fines del año pasado, las lluvias, que usualmente se dan en la costa norte y central, fueron vigorizadas a causa del ciclón Yaku. Como si esto no fuese suficiente, las lluvias no cesan a causa del Fenómeno de El Niño, activando múltiples quebradas y causando desbordes de ríos y colapsos de vías de acceso. Todo esto ha impedido la distribución de alimentos frescos, como frutas, verduras y aves, que se han podrido por las altas temperaturas. Con el agua hasta el cuello, afrontar la próxima campaña agrícola será un gran reto. Asimismo, la humedad no espera. Las plagas atraídas por el empozamiento de agua se tendrán que afrontar con altas dosis de pesticidas y químicos, causando daños al agricultor, al medio ambiente y al consumidor final. La desidia de algunas autoridades, así como la lentitud de muchos de los mandatarios, harán que la inseguridad alimentaria nacional empeore. La pobre gestión de maquinaria pesada para la limpieza de las parcelas, así como el poco empleo de mano de obra para la descolmatación de ríos y reconstrucción de caminos lo más pronto posible, harán que la cifra de peruanos que pasan hambre siga en aumento. Los cultivos que ya se encuentran afectados para la agroexportación son los bananos, paltas y mangos Kent. De igual modo, los alimentos que están viéndose perjudicados son los que componen la canasta familiar peruana. Esto por un incremento en los precios palpable en cultivos como el arroz, el maíz -por ende, el pollo-, los plátanos, hortalizas, limón y cultivos de panllevar, como la yuca y camote. Finalmente, este clima más cálido en la costa durante el presente año calendario agrícola terminará afectando a muchos cultivos que necesitan de frío y no van a poder desarrollarse en campo. Todo esto será traducido en una mínima producción o escasez de diversos productos cuyos precios finales pagados por el consumidor estarán -aún más- en aumento. Por tanto, resulta clave la conformación de la comisión de seguridad alimentaria que agrupe a las carteras clave del Gobierno (MEF, Midis, Midagri, Produce y Cancillería). Esta comisión debe de ser capaz de decidir sobre la utilización del presupuesto; supervisar y reforzar los programas sociales y de asistencialismo, sobre todo a los más vulnerables, etc. Asimismo, la reconstrucción de la agricultura y de las vías de acceso mediante el empleo de mano de obra y maquinaria de la mano de especialistas es una prioridad. Esto en calidad de urgencia para la protección de la seguridad alimentaria de todos los peruanos. Sobre todo, de los más desprovistos.
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Fecha y hora de emisión
27/04/2023 06:14:00
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Valorización
US $ 2.227,28
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