La corrupción es una característica del Perú; no es una anomalía, sino parte del paisaje diario, a tal punto que muchos la han normalizado. Llegamos al extremo de que algunos sostengan que, como el presidente X robó, entonces, ¿por qué no lo haría elLa corrupción es una característica del Perú; no es una anomalía, sino parte del paisaje diario, a tal punto que muchos la han normalizado. Llegamos al extremo de que algunos sostengan que, como el presidente X robó, entonces, ¿por qué no lo haría el presidente B? ¿Qué tiene de malo? Parece increíble, pero así razona una buena parte de los ciudadanos peruanos. (...) En nuestro país, los ganadores son quienes tienen contactos en el Poder Judicial o cualquier ente público que tome decisiones, por lo que se convierte en una apuesta sin riesgo. Y esa corrupción no es gratis, sino a cambio del desvío de recursos que perjudica al país. Miremos el caso de Odebrecht, sobre el cual, más allá de las prisiones preventivas, las sentencias brillan por su ausencia. ... Leer más